viernes, 24 de septiembre de 2010

De lo que no puedo hablar.

A mi entender, “De lo que no puedo hablar” hace énfasis en la fragilidad de la dureza del mundo masculino. Su autora, Amparo Garrido, expreso la rigurosa potencia de los monos masculinos, pero debajo de esta fortaleza icónica, se esconde un planteamiento conceptual de debilidad y esclavitud.

Estos monos se encontraban presos dentro del zoológico de Madrid. Se hallaban desorientados, reprimidos, tristes, y aunque estaban en compañía de otros de su misma especie se sentían solos, vacíos y abandonados. Diariamente esperaban a la fotógrafa, la cual se dedicaba a observarlos y a analizarlos, tomando así fotografías en la cual ellos reflejaban eso que sentían y no podían decir. Estos se familiarizaron en un alto grado con la artista, tanto así que crearon un contacto visual a diario con ella. Ellos quieren decirle cuan solos y tristes se sienten, mas sin embargo, no pueden hablar. Y a sinceridad creo que eso es lo único que nos distingue verdaderamente de un gorila, el lenguaje.

En las fotografías los gorilas parecen perdidos en sus pensamientos, meditando gravemente, pero a pesar de encontrarse pensando también se sienten perdidos. Quizás porque no están a gusto con el estilo de vida que llevan, quizás los separaron de alguien o sencillamente te sienten esclavos de su existencia.

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